El término meditación, tal y como se entiende en la cultura oriental, no se refiere a
reflexión o pensamiento profundo (sentido comúnmente aceptado en Occidente), sino
exactamente todo lo contrario. Por meditación se entiende la eliminación total de cualquier tipo de pensamiento, mediante la concentración de la mente en un solo punto, como pasivo observador, sin calificar, enjuiciar ni deducir nada. Se puede observar que todo lo que tiene poder de atraer y absorber nuestra atención nos produce paz y satisfacción, como consecuencia inmediata del acto de concentración mental. Todo el mundo practica simulacros de meditación de un modo consciente o inconsciente; desde hacer «ganchillo» hasta contar ovejitas antes de dormirse, desde cantar todo el día mentalmente una misma canción, hasta gritar repetidamente un mismo sonido cuando nos hacemos daño, para evitar, intuitivamente, que nuestra conciencia ponga su atención en la sensación de dolor.
La concentración mental reporta un ahorro de actividad inútil. El agotamiento experimentado al final de la jornada diaria es debido, en su mayor parte, al gran volumen de actividad mental que desarrollamos, a veces necesaria y, bastante a menudo, innecesaria e involuntaria.
Para producir cualquier pensamiento, para desarrollar cualquier proceso de cálculo
o razonamiento, nuestro cerebro consume una cierta cantidad de energía vital, ya
que sólo gracias a ella se hace posible el proceso del pensamiento. Tratando de estar
tan sólo un minuto, sin pensar absolutamente nada, se puede comprobar fácilmente qué
vano es nuestro esfuerzo por conseguirlo. Por el contrario, muchos pensamientos nos
asedian continuamente en diferentes direcciones, sin ningún orden ni control, ajenos a nuestra voluntad y a pesar de no desear producirlos. Esto da idea de cuantos cientos y cientos de pensamientos innecesarios ocupan nuestra mente durante el día, manteniendo nuestro cerebro y sistema nervioso en continuo trabajo y desgaste inútil.
Aquí es donde la meditación cumple perfectamente su papel. Cuando no tenemos
nuestra mente ocupada en resolver algo concreto, necesitamos un punto que tenga el
poder de absorber nuestra atención y concentrarla ahí, para experimentar paz y relax.
De este modo aumentamos nuestra capacidad de rendimiento en nuestro quehacer diario,
que en consecuencia deja de ser una tarea desagradable, convirtiéndose en un foco
de satisfacción.
....
El Bhagavad Gita
(Vedanta Advaita)
18 julio 2007
VEDANTA ADVAITA
El Vedanta Advaita es la variante no dualista del Vedanta, una de las seis corrientes principales del pensamiento tradicional de la India. Sus bases se encuentran recogidas en antiguos textos hinduistas (los Upanishads, el Bhagavad Guita...) pero fue Sankara (siglo VIII) quien le dio forma. Se dice de ella que es la vía más directa hacia la Auto-realización (Iluminación, Despertar,...) ya que se centra en la pregunta primordial "¿Qué o quién soy yo? ¿Cuál es mi verdadera naturaleza?", evitando estériles divagaciones metafísicas. Aquí sólo está el individuo buscando dentro de sí mismo su propia Esencia.
El Advaita no es una religión, por lo que no tiene mandamientos, ni sacerdotes, ni templos, ni creencias (aunque existe una orden de suamis seguidores de Sankara en la línea hindú ortodoxa). Negando la existencia real de cualquier cosa diferente del Ser (lo Absoluto inefable, lo sin-atributos), su punto central se resume en la frase sánscrita "Tat tvam asi" (tú eres Aquello) afirmando que la esencia del hombre y del universo no es otra que el Ser. Todo el contenido del mundo fenoménico, desde las galaxias a la mente humana, no es más que un espejismo ontológico (no son permanentes, tuvieron un comienzo y por tanto tendrán un final) por lo que no se le puede atribuir la cualidad de SER: sólo tienen existencia relativa, no absoluta. Ramana Maharshi utilizaba para ilustrar esa idea un símil muy gráfico: lo que llamamos "realidad" es análogo a una proyección de cine. La pantalla es el Ser y la película el mundo fenoménico:
Mientras dura la proyección, la pantalla no se ve, pero ella es el soporte sobre el que aparecen las imágenes y sin ella no sería posible ver nada. Del mismo modo, nada de lo que sucede en la película afecta al soporte; las escenas con agua no pueden mojarla y las llamas no pueden quemarla... tal es la relación del Ser y el no-ser.
Así las cosas, no es de extrañar que los Maestros advaitas no hayan prestado atención a la dualidad Bien/Mal tan importante en otros sistemas soteriológicos, estando sus orientaciones básicamente encaminadas a ayudarnos a descubrir nuestro Centro.
http://es.geocities.com/teojmm/advaita/paginadvaita.htm
El Advaita no es una religión, por lo que no tiene mandamientos, ni sacerdotes, ni templos, ni creencias (aunque existe una orden de suamis seguidores de Sankara en la línea hindú ortodoxa). Negando la existencia real de cualquier cosa diferente del Ser (lo Absoluto inefable, lo sin-atributos), su punto central se resume en la frase sánscrita "Tat tvam asi" (tú eres Aquello) afirmando que la esencia del hombre y del universo no es otra que el Ser. Todo el contenido del mundo fenoménico, desde las galaxias a la mente humana, no es más que un espejismo ontológico (no son permanentes, tuvieron un comienzo y por tanto tendrán un final) por lo que no se le puede atribuir la cualidad de SER: sólo tienen existencia relativa, no absoluta. Ramana Maharshi utilizaba para ilustrar esa idea un símil muy gráfico: lo que llamamos "realidad" es análogo a una proyección de cine. La pantalla es el Ser y la película el mundo fenoménico:
Mientras dura la proyección, la pantalla no se ve, pero ella es el soporte sobre el que aparecen las imágenes y sin ella no sería posible ver nada. Del mismo modo, nada de lo que sucede en la película afecta al soporte; las escenas con agua no pueden mojarla y las llamas no pueden quemarla... tal es la relación del Ser y el no-ser.
Así las cosas, no es de extrañar que los Maestros advaitas no hayan prestado atención a la dualidad Bien/Mal tan importante en otros sistemas soteriológicos, estando sus orientaciones básicamente encaminadas a ayudarnos a descubrir nuestro Centro.
http://es.geocities.com/teojmm/advaita/paginadvaita.htm
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